No podemos olvidar que los personajes de cuentos viven eternamente. Son personajes de ayer, de hoy y de siempre. Ellos seguirán aquí cuando nosotros nos hayamos ido. Seguirán alimentando y compartiendo los sueños de los más pequeños y se mantendrán en la memoria de los más grandes.
En esta ocasión le rendimos un homenaje a Cenicienta, a la jóven que no paraba de trabajar pero que no perdió la ilusión y las ganas de soñar.
En esta ocasión le rendimos un homenaje a Cenicienta, a la jóven que no paraba de trabajar pero que no perdió la ilusión y las ganas de soñar.
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